Obvio que esta reseña tendrá muy pocas visitas, pero este es mi blog personal y además de rol tengo otras inquietudes y ocios. El videojuego es uno de ellos y durante unos años fue mi principal. He sido amante de las aventuras gráficas y de juegos de rol clásicos, un poco porque me gustan por tener historias más profundas y otro porque la potencia de mi ordenador es la que es (casi 15 añacos ya el pobre) y de otros géneros en mucha menor medida, aunque no digo que no a un shooter, un juego de estrategia por turnos (los de tiempo real me suelen aburrir) u otros que me llamen la atención. Y en menor medida, me gustan las visual novel, no todas obviamente, en realidad hay mucha novela tontorrona y con menos personalidad que una carpeta. Otras que son disfrutables por los personajes solamente o por la historia de fondo.
Y fue en una de mis revisiones de juegos de Steam, hace ya unos años que conocí por su demo a Scarlet Hollow, una visual novel de terror con momentos agradables que me llamo la atención. Primero por su dibujo, al contrario que esas visual novel de personajes pluscuamperfectos (usualmente de estilo anime), en este juego me encontraba con dibujos con personalidad y personas que no tenían que ser perfectas para ser atractivas, ni tampoco se buscaba que tuvieran una personalidad de cierto tipo (otra de las odiosas manías de copiar conceptos de las visual novel japonesas) y la historia era bastante atrayente. Por lo que en su momento me dio por ahí y me compré el juego cuando salió. Y me gusto bastante para luego comprar su siguiente experimento. Pues bien, hoy voy a hablaros un poco de los dos y de porque Scarlet Hollow terminará siendo una campaña de Monster of the Week o de Fear Itself o similar por mi parte (ya hice un pinito hace dos años que salió bastante bien). Por lo que sin más dilación empiezo a reseñar…