Bufff han sido muchos meses desde que no he hecho una reseña o artículo que no sea sobre rol (tengo varias cosas en la recámara en ese sentido). No os voy a mentir, ir a buscar información sobre un juego de mesa, serie, libro (en esos caso algo mejor me va) o comic, no es lo normal. Pero no solo de rol vive el friki y yo soy especialmente disperso (si ya soy disperso en los juegos que me gustan de rol, imaginate…)
Y mi amor por el manga/anime suele tender más por el primero. Lo sé, el anime ofrece que se llenen algunos huecos, que la acción sea más sosegada (en algunos casos horriblemente sosegada) y dan «vida» a los personajes que pueblan las páginas de los manga, pero si son muy largos suelo perder el interés por una nueva cosa (algo que no me pasa con el manga). Por eso suelo centrarme en las traslaciones cortitas, de 12, 24 o a lo sumo 52 capítulos.
En mi twitter los pocos seguidores de anime que tengo andaban comentando sobre Ousama Ranking y contaban las bondades tanto de la trama como de los personajes. Y empecé a dudar, conozco muy bien que tipo de tramas son populares y que tipo de personajes, especialmente en los shonen, que buenas ideas se diluyen por ver como los hilos rigen el tono. Pero le dí una oportunidad al ver su estilo Cartoon. Y me sorprendió muy gratamente y comprendo también perfectamente porque a mucho seguidor del manga/anime medio no les gustaría. Porque se nota que es un webcomic que le importa una mierda, lo que piensan los editores y puede hacer (por lo menos en principio) lo que le venga en gana. Y rompe tropos uno detrás de otro (aunque sin dejar de ser un shonen). Pero empecemos a hablar de…
