Reseña de serie: El tren infinito (libros 1, 2 y 3)

Pues tras una laaaaarga pausa por la vendimia y otras tareas, que me han dejado poco tiempo libre y menos ganas. Ya que tenía muy pocas ganas de escribir, de igual manera de jugar al pc y mi partida de rol que había propuesto para esa época se tuvo que parar por una mezcla de desidia y fatal acoplamientos de horarios. Me decidí por ponerme en «orden» con uno de mis hobbies más culpables, la animación para niños/adolescentes, (aunque disfrutando de animación para adultos, como esa maravilla de la ciencia ficción/aventura que es Final Space o revisitando esa patada en el estomago emocional que es Bobjack Horseman).

Entre las series que he visto nos encontramos con Shera y las princesas del poder (tantas conocidas han estado como locas por esa serie, que al final me decidí por darle una oportunidad y francamente me parece una serie muy digna con una actualización que le proporciona propia identidad), Owl House (una especie de mezcla entre Gravity falls y Star vs Fuerzas del mal, más tirando a Gravity Falls, lo cual es agradable, con uno de los shippeos más tiernos del momento), Hilda (que ya me valía, maravilla mezcla entre mitología nordica y un aire Ghibli que tira para atrás, fundamental) y la serie que me ocupa.

Y mira que estaré despistado que esta gran serie estaba completamente fuera de mi radar, y no será por que no tiene pocos alicientes como para ser una de esas series que marcarán huella en el colectivo fandom. ¿Cuales son? Para responder a esa pregunta empiezo a reseñar…

Como he comentado en el título voy a reseñar las tres temporadas que ahora mismo están disponibles, está compuesta de diez episodios cada una de 11 minutos de duración. Las dos primeras temporadas se sacaron en Cartoon Network y la tercera en HBO.(Nota: La continuidad de la serie está peligrando a expensas de como le vaya la tercera temporada).

Hablemos del arte, en este caso nos encontramos con un dibujo que busca la sencillez, aunque sin llegar a la simplicidad de hora de aventuras por ejemplo, con una buena animación (nadie se mantiene quieto mucho rato) y ofrece una gran variedad de ambientes, desde el páramo que ofrece una visión desoladora y el tren exterior con ese tono oscuro y terroso casi tétrico a los diferentes vagones que van desde con un toque siniestro, agradable, surrealista o infantil. Francamente cada vagón en el camino de los personajes nos ofrece sensaciones diferentes. En tanto los personajes mantienen un dibujo amable (salvo honrosas excepciones como los escalofriantes ghorms) y tienen bastante personalidad (reconocibles en cada momento).

La banda sonora ofrece unos tonos más cercanos a lo que podríamos escuchar en una serie estilo Dr Who, con mucho piano y sonidos de «ciencia ficción», sabe cuando debe de parar y dejar momentos pausados y cuando acelerar y poner dramatismo en las escenas. No vas a tararear ninguna de sus melodías, pero tampoco te va a molestar y si ambientar cada escena. En tanto las voces están muy bien escogidas, ofreciendo mucha personalidad a los personajes. En mi caso la he escuchado en inglés y en latinoamericano, en los dos casos se han elegido buenas voces para representar a todos los personajes y momentos de la serie.

El trío original en un paseo en moto

Pero hablemos del argumento que es lo que interesa. La premisa es la siguiente, hay un tren de innumerables vagones de enormes proporciones (tantos que se le denomina el tren infinito, además cada vez se crean más y más) en un lugar ignoto del universo que avanza en una vía rodeada de un páramo estéril lleno de criaturas terribles (los ghorms, una mezcla entre perro de gran tamaño y cucaracha que se alimenta de la energía vital, aunque muere al matar a alguien) en cada vagón hay una «habitación» que puede ir de los 30 metros cuadrados sin apenas nada en su interior a varios kms llenos de vida y ambientes de lo más distinto. En ellas se encuentran los habitantes, creaciones del tren que viven su vida según el tipo de ambiente para el que han sido creados, aunque a veces se van de paseo a otros vagones y si bien tienen formas muy distintas (corgis inteligentes, zarigüeyas con ropas de principios de siglo XX, formaciones de cristal vivientes, serpientes voladoras, monstruos gigantes airados etc etc…) cumplen usualmente tres funciones ser rivales o parte de los acertijos del tren, aportar vida a los vagones o la más importante convertirse en acompañantes . Luego tenemos a los pasajeros, habitantes de nuestro mundo que están pasando un mal momento o tienen asuntos que les hacen sufrir y que no consiguen dejar atrás, son atraídos al tren y dejados en uno de los vagones con un enigmático número en su mano que va bajando y subiendo según sus acciones (aunque parece que solo las que están encaminadas a ahondar o a minimizar su problema inicial), los sabios consejos e interacciones entre los habitantes/acompañantes con los pasajeros tendrán mucho que decir sobre como avanza este camino de descubrimiento personal.

Me encanta la interacción entre estos tres personajes

En cada temporada tenemos un grupo diferente de pasajeros/acompañantes y el tono que tendrá la serie variará de lo entrañable y aventurero a temas más serios y emocionales. No significa que no nos encontremos con vagones infantiles o surrealistas (el dirigente del tren, el conductor, tiene un particular sentido del humor que pasa de lo más entrañable a lo retorcido).

En la primera temporada (también llamada el libro 1) nos encontramos con Tulip, una niña que le encanta la programación, las cebollas e intenta racionalizar todo lo más posible, con sus dos acompañantes, One-One un robot con dos personalidades, una jovial y entrañable, otra más caustica y morbosa, que se puede dividir en dos, que busca a su «mama» y Atticus, el emperador de los corgis, un sabio y pomposo, pero valiente corgi que acompaña a Tulip para enfrentar a una criatura que daño su vagón.

El segundo libro cambia los papeles, ya que el papel protagonista lo tendrá un habitante del tren, MT, un reflejo de un personaje anterior que busca tener una vida propia, Jesse en cambio es un pasajero que quiere estar de buenas con todo el mundo, cuyo número se mantiene bajo pero inamovible y Allan Drácula (el nombre es de Jesse, que llama a todos los animales que le resultan graciosos Drácula) un ciervo de extraños poderes que parece haberse encariñado de la pareja.

El tercer libro tenemos en cambio a una pareja de pasajeros, que al contrario que los anteriores han pasado varios años en el tren Grace y Simon, pertenecientes al grupo Apex que adoran al conductor y creen que lo mejor es tener número altos en sus brazos (según el número crece ocupa el cuerpo de la persona), Hazel una niña de seis años entrañable cuyo número parece no subir ni bajar y Tuba, una gorila que lleva dos tubas sobreprotectora con Hazel a la que considera una hija.

Que no os engañe la ilustración, está temporada es un palo tras otro

A partir de aquí habrá SPOILERS, estad avisados.

Cada temporada tiene una función, la primera es para descubrir el comportamiento típico del tren y como funciona el viaje del pasajero, aunque en ella se cambia el status quo (o más bien se vuelve al status quo original).

En la segunda se centra más en los habitantes del tren, y como no solo son entidades para dar «colorido» al tren, sino que tienen sus propios conflictos emocionales y necesidades, además de que se descubren parte del funcionamiento del tren(como llegan los pasajeros, como se les da un número y como se crea cierta configuración de vagones para proporcionar un viaje redentor a cada uno de ellos).

En la tercera se nos descubre que no todos los pasajeros pasan por el aro de este viaje de autodescubrimiento, aunque solo sea por ideales erróneos e ideas preconcebidas, los Apex forman un grupo de niños perdidos que dañan (e incluso matan) a los habitantes en su idea de superioridad moral sobre ellos. Estás ideas son puestas a prueba en el liderazgo del grupo, Grace y Simón, líder y mano derecha respectivamente. Y nos ofrece como esto puede acabar con una redención y una caída moral de la que ya no se puede levantarse (ofreciendo al final de la temporada una de las muertes más grotescas para una serie de animación occidental, que los orientales ya están de vueltas de todo).

Fin de los spoilers.

Con esto termino la reseña ¿Que me ha parecido?

Nos encontramos una vez más con una de esas series que si bien se supone que está enfocada a un grupo de menor edad, está tan bien contada y tiene tantos detalles tan bien llevados que merece la pena verla, incluso teniendo cierta edad, haciéndose cada vez más oscura según avanzan las temporadas (la tercera, sin duda no es para niños pequeños). Personajes bien construidos y entrañables de los que queremos conocer más. Por desgracia la serie mantiene ese formato de diez minutos capítulo y longitud de 10 episodios por temporada que provoca que a veces se acelere la maquina en exceso, pero el resto de elementos lo suplen.

Lo mejor es que cada temporada ofrece nuevas preguntas y/o necesidad de conocer que pasa con los personajes que hemos conocido en ellas, lo que siempre es bien. Lastima que este en peligro de ser cancelada. Por lo que si podéis mirarla en sus canales de origen y dadle una oportunidad, ya que se ve en 5 horas las tres temporadas y disfrutaréis de una gran serie de animación que sin tapujos debe estar entre las mejores de la década.

Espero que os haya resultado interesante y «¡¡¡ Corginia!!!»

2 comentarios

    1. Por mi parte de crio habría adorado la serie. Creo que esta bastante bien al no tratar a los niños de tontos y mantiene un humor simpatico junto con cosas más duras (quizás en algún momento el de 9 pueda quedar marcado por alguna de las muertes de los villanos, pero nada que no hayamos visto menos graficamente en Disney).

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