Reseña del libro: Noctuario

Sabemos que siempre se ha maltratado el género de terror como algo de segunda clase, tal como se ha hecho con la fantasía o la ciencia ficción. Algo de menor rango frente a géneros más «elevados» o no minoritarios. Como algo de adolescentes o de «frikis» que no llegan a ser adultos. Obviamente, esto como en muchos otros casos es más algo para darse golpes de pecho y darse importancia. Hay autores que destilan calidad y que de estar trabajando en otros géneros harían que fuesen mejor considerados.

Y creo que Thomas Ligotti es uno de ellos. Para llegar a esa conclusión solo he necesitado leer un comic basado en sus relatos y el libro que actualmente estoy reseñando. No solo porque escribe de una forma especialmente buena, sino porque evoca de una forma maravillosa el horror. Ese subgénero del terror que adoro especialmente. Esa profundización de los sentimientos animales atávicos de nuestra especie que intentamos desterrar como cosas de niños. Pero que siguen allí acechando y arañando nuestra psique. Es por ello que quiero hablaros de este maestro actual del horror. Empiezo a reseñar…

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Empecemos hablando del continente, en este caso nos encontramos con un libro de la editorial Valdemar en su colección Club Diogenes que está centrada en los  libros de bolsillo, a precios asequibles y con una gran calidad de material (Nota del lector: Sus libros tienen mucho aguante y están casi como el primer día. Han aguantado el paso del tiempo y están como el primer día.). El libro es de tamaño bolsillo de 297 páginas con una caratula  inquietante con un toque pesadillesco que es ideal para el autor y los cuentos que nos ocupan. La  letra de tamaño medio que es de agradecer para no dejarnos los ojos en la lectura. La corrección es muy buena y la traducción, obviamente, igual. Valdemar se distingue por esas dos cosas.

Ahora hablemos del contenido que es lo que nos interesa. Hagamos un inciso sobre el particular estilo de Thomas Ligotti. Frente a autores que describen que buscan una cercanía a la realidad, el tono del autor se acerca más a las figuras cuasi poéticas de Ray Bradbury (sobre todo en sus relatos de terror) que en la prosa de Stephen King (por poner un ejemplo). Sus descripciones de los horrores a los que se enfrentan los infortunados protagonistas (a veces, siendo estos tan aborrecibles como ellos) tiene algo de pesadilla. En realidad cada uno de los relatos bien podría ser un sueño terrible que tenemos en una noche calurosa dando vueltas en la cama sin poder despertar mientras avanzas sin remedio a tu destrucción. También encontramos el nihilismo como motor principal de la acción, frente a autores como Lovecraft que si bien no sistematizo su particular cosmología (eso fue cosa de Derleth) si que había algo de orden. Aquí hay dioses y monstruos, pero los hilos si ha de llevarlos alguien sería el cáos y la nada más absolutos.

El libro comienza con un pequeño prologo de Jesús Palacios donde nos describe el particular personaje que es el autor y por ende como se ha reflejado su carácter depresivo y cierto desprecio a la humanidad en su conjunto en su obra. A su vez nos habla del tipo de terror que trata Ligotti, mientras que actualmente estamos cercados de escritores que buscan un terror más terrenal, donde los cotidiano se mezcla con lo sobrenatural para darle una cercanía y a veces deja de lado lo ominoso frente a un terror físico e inmediato. El autor busca el horror, esa sensación desesperanzada, donde el lector solo puede ver como el protagonista cae en una espiral de terror que le lleva sin remedio a su destino final.

Esta recopilación de cuentos está dividida en tres partes, siendo las dos primeras partes compuestas de relatos y la última por pequeños microrelatos de pocas hojas. Ahora voy a hacer una pequeña descripción de los mismos, aunque intentaré que no haya spoilers, tenedlo en cuenta.

La primera parte se denomina «Estudios de sombra» y está compuesta de los siguientes relatos:

La medusa: Un relato donde el protagonista busca a esta criatura mítica, para comprender que a veces podemos estar ante el horror y no percatarnos de sus consecuencias.

Conversaciones en una lengua muerta: Ambientado en Halloween. El protagonista va recibiendo extrañas visitas relacionadas con sus malvadas actividades.

El prodigio de los sueños: A veces la búsqueda de sensaciones va demasiado lejos, en este caso al encuentro de una entidad de puro horror.

El ángel de la señora Rinaldi: Tratado desde una perspectiva de primera persona, nos habla de un pasaje de la infancia del autor donde una curandera intenta alejarle de las pesadillas gracias a una entidad protectora.

La segunda parte se denomina «Discurso sobre la negrura» y está compuesta de los siguientes relatos:

El Tsalal:  Este relato está dividido en pequeños capítulos donde se nos describe el posible resurgir de una antigua y maliciosa entidad en un pequeña ciudad por parte de un hombre infectado con su esencia (recuerda ligeramente al horror de Dunwich)

Demente velada de expiación: Un cuento futurista de carácter nihilista donde se nos habla de la particular teoría del dr Francis Haxhausen y como va de ciudad en ciudad, pueblo a pueblo compartiéndola.

El extraño diseño del maestro Rignolo: Donde la obsesión de un artista por ciertos lugares que tienen personalidad propia le conduce a un siniestro final.

La voz en los huesos: El protagonista es perseguido por una oscuras sombras a su destino final, incorporarse a las filas de los condenados.

La tercera parte se denomina «Cuaderno de la noche» y está compuesto de los siguientes microrelatos:

Los ojos del Maestro brillan con secretos: El peligro de buscar el significado de todo y el resultado de ello.

Salvación mediante la perdición: Recordando a los cuentos de Poe sobre la obsesión, en este caso se nos habla de un preso y de las medidas de su prisión.

Nuevos rostros en la ciudad: Se nos habla de una particular ciudad que siempre está a la espera de la llegada de nuevas caras a sus calles.

Otoñal: Un muerto hablando de su actividad en el otoño, siempre al acecho.

Podría ser un sueño: Una particular alegoría sobre que es la muerte y la desesperanza que la precede.

Muerte sin fin: Un anciano habla con la muerte sobre su destino final.

Lo desconocido: Donde se nos habla de un lugar de culto para los que han perdido la capacidad de maravillarse.

La carrera de pesadillas: Se nos describe un tunel pesadillesco, donde solo hay una posible salida.

El médico: el protagonista llega a una fiesta donde tendrá que ofrecer un servicio final a los participantes de una fiesta.

El hombre demonio: Una persona insomne va perdiendo sus sueños, reemplazados por algo más.

Los maestros de muñecas: En este relato trata un tema recurrente de Ligotti, los muñecos como fuente de horror.

La hacienda espectral: Un homenaje a todas las casas encantadas desde la perspectiva del autor.

Asco primigenio: Un pequeño relato onírico perturbador donde no habla de

El horror sin nombre: Un encuentro final con un horror.

Invocación al vacío: Nos muestra una pequeña ceremonia pagana.

El falso misterio: Se nos habla de como en ciertas ciudades hay una perniciosa presencia.

La ecuación interminable: Teoriza sobre la inclusión de las vidas que vivimos en sueños y como en la muerte también puede haber una vida  (y viceversa)

El espejismo eterno: Un alegato sobre el final del universo.

El orden de la ilusión: La dura existencia en una orden de iluminados.

Con esto termina el libro ¿Que me ha parecido?

Me ha gustado, su particular modo de aunar un estilo onírico dentro de horror y captar esos momentos asfixiantes de pesadilla lo hace un autor muy particular (quizás más cercano a los relatos cuasi poéticos de Ray Bradbury y menos cercano a Lovecraft). Sus temas profundizan una visión pesimista y su horror está muy centrado en ciertos elementos como el nihilismo, la comparación muñeco/humano, los dioses y las criaturas inevitables (cuya presencia atrae sin remedio al buscador de emociones oscuras).

Eso sí, no creo que sea para todos los gustos. Pero sin duda son unos relatos inspiradores, a pesar de su lejanía con la realidad y más cercano a ser una pesadilla particularmente vivida. Por mi parte difiero de lo comentado en el prologo de Jesús Palacios, no creo que sea un horror ontológico (el horror por el horror), sino más bien un horror onírico con un profundo toque nihilista. Pero una cosa si tengo clara, esté sera uno de esos autores de los que con el tiempo tendré toda su colección en mis estanterías. Y a ser posible, de esta editorial que tan buen trabajo hace.

Espero que os haya resultado interesante la reseña y que tengáis bellas pesadillas.

 

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