Opinión: Ludo Ergo Sum 2023

Aunque no tenía todas conmigo, porque las fechas de las LES suelen ser malas para mí, porque pilla en plenas vendimias (sea comenzando, cuando el tiempo era normal y no nos rociaban con avionetas… (es coña) o de lleno en plena campaña). Por desgracia este año ha habido una cosecha tan horrible y se inicio a principios de mes (una fecha muy temprana), que estaba apunto de terminar cuando han sido las jornadas, por lo que me he permitido ir a Madrid a ver el ambiente. Gracias a un colega he podido estar los dos días principales. Lo que confirma mis sospechas, para buscar novedades y cosas en el mercadillo, vas el sábado, para jugar, mejor el domingo.

La cosa es que este año, pasó lo que pasó y en este caso, poca culpa tiene la organización. Por lo que los únicos peros que puedo ofrecer sobre las jornadas, es que falta la ludoteca (lo que seguramente si se hubiera puesto en un recinto exterior habría conseguido que la afluencia fuera mucho menor en la nave principal) y las colas horribles (solo sufrí una de ellas, 40 minutos al calorín y mi timidez ante tanta gente fue el puntito final del malestar, pero la tarde del sábado fue un horror para el resto y mucha gente se quedo sin jugar por ello). Ahora el recinto que era algo angosto ante tanta gente y la brutal cacofonía, al ser la afluencia menor, fueron mitigadas.

Por lo qué, mal para los de la organización que le lloverán críticas sin tener culpa, bien para mi que pude estar más a gusto. Pero hagamos está crónica desde el principio.

Como tuve que vendimiar hasta el mismo viernes, pues fui de tarde noche a Madrid, por lo que solo me dio tiempo para ver a unos amigos de jornadas (ya con ganas de vernos en las siguientes), hablar un rato y ver la película de terror española Venus (qué me sorprendió para bien, surrealista, pesadillesca, cafre y con una imaginería muy siniestra).

Por la mañana, me acompaño el amigo que me había hospedado (gracias Ramsey), aunque se nos pego un poco las sabanas. Lo suficiente como para llegar allí a las 10 y 20, aunque había partidas de rol libres no me motivaban (y tampoco tenía ganas de jugar a juegos de mesa) por lo que vimos las tiendas (variadas y bien surtidas, pero siempre las dejo para el final tras las compras en el mercadillo), saludamos a gente (una de las mejores cosas de estas jornadas es encontrar caras conocidas), dimos un paseo por todo el lugar y luego fuimos al mercadillo. Fue en un momento ideal, porque solo estuvimos 15 minutos de cola para entrar al interior.

En otras crónicas de estas jornadas hablaban del poco rol que hubo en el mercadillo… y sí lo hubo, incluso había más comics y libros, pero los astros se unieron y había muchas cosas que me interesaron (demasiadas). Por lo que me lleve un buen botín que hizo que no comprará practicamente en las tiendas que había en el edificio principal.

La lista de cosas que adquirí fueron variadas y muchas de ellas serán reseñadas en su momento. Conseguí de una santa vez, Mask y el suplemento de recortes de periódico de la ciudad de Halcyon (maravillosos ambos libros, tendré que hacerme con el AEGIS), Hypertellurians (que me ha decepcionado, que le vamos a hacer), el básico y el libro de jugador de Feng Shui (algo que le había puesto ojitos desde hace tiempo), el módulo sobre alpinismo Sagamartha (un módulo del gran Ignacio, y mi primer módulo comprado de los chicos de Walhalla fuera de su básico. Creo que su autor es de los mejores creadores de módulos en España, sin exagerar), la caja de inicio de Zweihander (que me va a hacer comprarme el básico en español, es una caja llena de material de calidad, maravillosa) y un libro de Forges como regalo para mi padre. Además de un libro de cocina basado en la obra del estudio Ghibli y unos dados de Monsterhearts.

Gran campaña que todavía está en crowfunding, le faltan menos de 2000 para llegar a todas sus metas.

Tras una comida (un italiano muy bueno, eso sí) muy a la carrera, conseguí meterme en la partida que quería (por suerte había 10 plazas para el torneo de Castillo de Xyntillian, una mazmorra de estilo gótico llena de monstruos y eventos extravagantes). Hay que reconocer que el grupo a pesar de haber dos novatos, tuvimos mucha suerte, a pesar de un fallo gordo al principio, acabamos con un par de monstruos especialmente brutales y conseguimos algún tesoro interesante, aunque solo uno de nosotros sobrevivió de los 4 personajes jugadores y los 4 mercenarios que tuvimos en la aventura mientras explorabamos un hala del castillo (apenas 10 habitaciones de las 320 que son…) Al final quedamos segundos, y creo que sino nos hubiéramos obcecado en descansar y no hubiera fallado una tirada de expulsar muertos, habríamos conseguido ser primeros de sobra… en fin.

Por la noche, tras volver de las jornadas tuvimos un aperitivo de campaña donde jugamos un prólogo de la llamada de Cthulhu de séptima edición, por parte del mejor director de los mitos con el que he podido jugar. Y reconozco que me gusta mucho las novedades del sistema y lo hacen menos correoso (además de que copia descaradamente cosas buenas del Rastro). En la aventura interpretamos a dos compañeros de pisos adictos al rugby, que viven en alquiler junto a un reportero deportivo interesado en la exploración urbana… Pero al ver un partido el fin de semana, descubren que su compañero de piso ha muerto de frío en una de esas exploraciones. Un policía se presenta en el piso comportándose de forma extraña buscando «pruebas» en su habitación. Algo moscas, esperamos acontecimientos, cuando una llamada pone en alerta de que el tipo no es policía, pero por desgracia poco pudimos hacer antes de ser asesinados brutalmente. Y nuestros nuevos personajes serían los personajes principales de la campaña (que en algún momento futuro seguirá), que investigan este asesinato.

Otro que caerá… con el tiempo

Por la mañana, salí temprano y pude apuntarme a una de mis opciones preferidas, la partida de Ocho lanzas, un zine con un sistema con base Cthulhu Dark que busca historias con sabor oriental en un Japón lleno de monstruos, señores de la guerra poseídos y una guerra perpetua, en una mezcla de horror, drama y acción. En mi caso fui un médico ashigaru (soldado raso fuera del estamento samurai) que hablaba con mi esposa muerta y servía como vínculo con otros espíritus. Investigamos un extraño fenómeno en un bosque que termino, en un enfrentamiento contra una parte del pueblo cercano que creía que había que hacer sacrificios a un dios del bosque. La partida fue bien, aunque hubo una matanza innecesaria… ejem. Pero son cosas del directo. Además conseguí los últimos módulos de Rol Gratis que me faltaban (y la calidad está muy bien, su lectura ha sido muy amena y quizás los dirija en algún momento).

Hubo otro paseo más por el mercadillo. Pero no hubo nada que me interesará en la sección rol y las joyazas en juegos de mesa eran demasiado para mi exiguo bolsillo. Por lo que comí en la misma carpa y espere a la partida de la tarde. Por desgracia, tuve que jugar en «solitario» sin que mi amigo se pudiera apuntar a la misma partida. Eso si me encanto. Ya había probado Root antes, pero consideré que no había sacado todo el potencial al juego. En esta partida pude ver lo bien que encajaban todas las piezas (la anterior que probé hubo tanta explicación inicial que apenas pudimos jugar) y lo interesante que es la ambientación. En este caso tuvimos que proteger a un pueblo de un elaborado plan que podía haber provocado una gran mortandad, utilizando el Quickstart del juego. Lo dicho, un juego que engaña por su estética, pero muy potente en sus temas y con un sistema muy bien hilvanado. Los que aman el Root, el juego de mesa y son roleros, lo encontrarán imprescindible.

Aunque no caí con el completo, lo normal es que vaya comprando los libros poco a poco.

Lo demás fue unas despedidas rápidas y salida hacía el autobús. He de reconocer que he hablado con mucha gente interesante y que da gusto encontrar cara a cara a grandes autores españoles, divagando sobre juegos, rol y demás. No voy a poner nombres, por si me olvido de alguno, así todos medio-ofendidos. Gracias por vuestra atención y espero veros en más jornadas..

Con esto termina mis LES, en general me ha parecido un gran año, a pesar de sus peros (todavía me quedo marcado lo que paso con la cola fuera del edificio por la tarde del sábado, que bestias). Por lo que repetiré, aunque espero que no haya tantos problemas y francamente, por mi parte pagaría una entrada con gusto para obtener un lugar que nos pudiera hospedar a todos.

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