Un juego está vivo por dos factores, por el material que se haga de él (inmensa pena lo que pasa con juegos como Nibiru o juegos con más solera como Unknown Armies) y/o una base fiel de jugadores que siguen jugando y aportando para que sus juegos favorito no queden en el olvido. Pero los hypes duran lo que duran y muchos juegos de calidad terminan con líneas muertas (algo horriblemente común en España, me temo). La solución pasa por comprar packs, usualmente en el crowfunding, tienes todo el material disponible y no te encontraras con una línea muerta… porque tienes toda la línea. No es lo ideal, pero es lo justo. Pues bien, Liminal tuvo en su momento dos suplementos. Uno de ellos centrado en aventuras sueltas, que es del que vamos a hablar hoy.
Y si bien, la ambientación y el sistema son lo más importante de un juego, unas buenas aventuras pueden apuntalar o mejorar la experiencia. Por lo que empezaré a reseñar…
