Como sabemos, el rol va por modas, y de un tiempo a esta parte se ha vuelto «viejo» el concepto del cyberpunk y ha llegado la moda del trashumanismo. Aunque evidentemente, el cyberpunk tiene algo de trashumanista, digamos que este género pone un paso más allá a la evolución artificial humana y nos propone debates morales muy interesantes.
¿Hasta que momento eres humano, si tu cuerpo ya no es de carne o has volcado tu memoria en un ordenador? ¿Que es lo que te hace humano, los recuerdos, las emociones, tu cuerpo…? Aunque se mantienen las todopoderosas corporaciones y los viajes siderales de la Space Opera, ahora son más agobiantes y esconden otro tipo de terrores que no son los del alienígena belicoso. Un futuro lleno de vibrantes colores, pero igual de sombrío que el anterior.
Por supuesto, cuando hablamos de juegos trashumanistas, siempre tenemos presente a Eclipse Phase, un señor juego con una ambientación enorme y detallada, muchísimas opciones de construcción del personaje, con muchos flecos donde el master puede trabajar. Es por lo tanto un juego que da para horas de explicación antes de ponerse a jugar, siempre dejándote detalles de lo enorme que es… Y quizás esa sea su mayor barrera. La cual, este juego quiere simplificar, al igual que hizo el anterior juego del autor, Ratas en las Paredes. Su «solución», una ambientación ligera, sugerente y con mucha maniobrabilidad por parte del master y un sistema que no detiene la acción para ofrecernos una intensa sensación de juego donde los personajes son poderosos, pero mortales.
Hill Press se aleja de vampiros, criminales y mitos Lovecraftianos para ofrecer un juego sobre el futuro, quizás más sombrío, quizás mejor que el presente. Por eso quiero hablaros de…