Aunque había pensado en volver a las reseñas en cuanto llegase de Barcelona, tengo que decir que quede impresionado por como con los años ha variado las tiendas del lugar y como ha proliferado las distintas aficiones en la década y pico que no he pasado por allí. Por desgracia no tuve tiempo para ver todas ellas (aunque tampoco es que mi bolsillo me permitiese arrasar por completo el lugar, especialmente con los extras por equipaje y demás rollos que me metieron porque la maleta era unos cms más grande de lo debido, en fin).
No me andaré con muchos rodeos, en los dos días que puede estar allí me quede con ganas de más. Barcelona es una ciudad muy bonita (aunque quizás un poco grande para mi gusto) y la parte céntrica no ha supuesto ningún problema en cuanto a mal ambiente (algo que algunos medios o las enraizadas rivalidades entre ciudades intentan vender, y como en todos sitios, pues hay lugares más o menos seguros) ni aglomeraciones (algo que odio con toda mi alma). Por supuesto, que fuéramos en días laborables tuvo mucho que ver… y aún así había más gente cotilleando entre las tiendas.
Todo hay que decir que la compañía de dos buenos amigos de las Rolea y TDN que me acompañaron desde Madrid, ha hecho mucho para que me sienta bienvenido. Nunca dejaré de decir que uno de ellos es el mejor director de los mitos que he tenido el placer de jugar y eso que he jugado con unos cuantos, y el otro un gran enamorado de los videojuegos que siempre me hace tener envidia de no tener una Play.
Por suerte, el estudio que alquilamos también fue muy agradable y espacioso, ideal para nuestras partidas de rol nocturnas (Una de ellas a un pequeño juego de terror Slasher de solo una hoja pero nos entretuvo durante 4 horas llamado Slasher, el siempre incombustible ETU, la ambientación Savage más cercana a Buffy Cazavampiros y una socorrida partida a Quietus, ese pequeño juego de terror para 1 o 2 jugadores que termina en un corto espacio de tiempo pero que da para buenas historias), el único pero fue que no habían puesto el calentador, para sorpresa cuando quise darme una ducha de tarde al volver de dar la vuelta en las tiendas.
En cuanto a la comida, nos fuimos de menús por el medio día (usualmente muy tarde, porque nos daba las tantas mirando tiendas) y de comida de batalla en los desayunos y cenas. En general el precio
Pero vamos a lo importante, las tiendas en sí. El estudio que alquilamos estaba al lado del denominado triangulo friki (que ya de triangulo tiene poco y es una especie de estrella de mar amorfa que va expandiéndose). Por lo que nos facilito nuestros paseos más teniendo en cuenta que en ciertos momentos llevaba kilos de peso de material alternativo de un lado para otro.
