La animación dentro del cine o la televisión ha permitido llevar historias que de otra forma solo conseguirían quedar surrealistas o con exceso de cgi. Hace tiempo que ya no se trata como algo solo para niños, historias adultas han sido contadas (y no hablamos de dibujos eróticos solamente), se han buscado nuevas formas para plasmar emociones, se han jugado con las paletas de color y los directores han demostrado tener su propio sello de calidad.
Y si bien, Disney o empresas filiales a ella, siguen llevándose las mejores críticas, no han dejado de salir nuevos autores que dejan un sello que es sinónimo de calidad. Puede que todas las películas no tengan la misma talla, pero siempre habrá algo bueno en ellas.
Hablando de directores talentosos de animación, nadie discute que las creaciones del estudio Ghibli tienen algo especial. Durante años, Hayao Miyazaki ha conseguido llevar un sello de calidad donde cada una de sus historias han conseguido trasmitir un buen número de bellas imágenes, sensaciones e historias donde prima el amor por la naturaleza, personajes femeninos fuertes y la siempre agradable idea de que lo maravilloso puede entrar en el día a día.
Pero este director no solamente se ha dedicado a dibujar para sus películas. La primera obra del estudio Ghibli fue Nausicaä del Valle del Viento, una epopeya de ciencia ficción de corta duración que hace hincapié en los elementos que trasladaría en una obra muy posterior, La princesa mononoke. La película esta bien y se disfruta bastante, pero sin duda, el manga es mejor y por eso quiero hablaros de

Allá por el año 2001, Planeta de Agostini editó este manga que ya de por sí era bastante antiguo, pues se empezó a publicar en 1983, un año antes de que se estrenara la película y acabó unos cuantos años después. La obra está compuesta por 6 tomos de 170 páginas de media. A cambio de tener menos páginas que otros tomos de manga, el tamaño en vez de ser inferior a la cuartilla es algo inferior al folio. Una ayuda para ver todo el meticuloso dibujo con multitud de detalles que de otro modo se nos pasarían. Las portadas son a color, mientras que el interior está en blanco y negro.
En cuanto al dibujo, es el acostumbrado por Hayao Miyazaki, aunque quizás algo más sucio y menos redondeado al que estamos acostumbrados en sus películas. A cambio tenemos una gran utilización del sombreado y se nota que cada escenario ha sido dibujado a mano sin utilizar el ordenador, pero con la meticulosidad que se le caracteriza. Especialmente en las partes donde trata la naturaleza, que en contraste con la civilización se nota más bella, con formas estrellas y memorables criaturas como si fuese un paisaje de ciencia ficción de space-opera. Por supuesto, no ha dejado atrás el diseño de los humanos y las distintas culturas tienen sus propias ropas con multitud de detalles.

El bosque contaminado tiene una forma bella a la par que alienígena
Pero hablemos del argumento. Una civilización tecnológicamente avanzada se sumió en una profunda guerra que prometía con destruir el planeta. Pero algo sucedió antes de que esto pasara, en una semana unas gigantescas criaturas derrotaron a todas las partes y de las ruinas se creo la zona contaminada, un bosque compuestos por hongos y microbios que producen unos gases venenosos que afectan a todos los seres vivos excepto a los insectos que han crecido en de forma excepcional. Los seres humanos viven en las pocas zonas fértiles y nuestra protagonista vive en una de las pequeñas ciudades que lindan la zona contaminada gracias a unos fuertes vientos que alejan los gases y las esporas de esta zona.
La protagonista es la princesa del lugar, una chica valiente y enérgica, pero con una sensibilidad especial hacía sus semejantes y con la naturaleza. Mientras que en la película estaba más aniñada en el manga poco a poco pierde esa inocencia por los sucesos que van acaeciendo.

La población a pesar de tener armas de fuego y vehículos voladores sigue llevando sus batallas al cuerpo a cuerpo
Por que el mundo está a punto de volver a tener otra gran guerra, el imperio de Tormekia, una conocida dinastía de nobles cuyo método de sucesión consiste en el asesinato sistemático de sus descendientes en busca de cual de ellos es el más despiadado y el imperio de Turku, conocidos por su religión monoteísta hacía su emperador inmortal dirigidos por su hermano que al parecer tiene poderes psíquicos. La cuestión es clara, hay demasiada gente, y sino se consiguen tierras nuevas terminará habiendo una hambruna. Encima la cercanía del bosque produce enfermedades y la muerte de los niños, es por ello que la guerra se ha vuelto el cauce para esta situación. El valle del viento junto a otros pequeños paises tienen que apoyar a Tormekia por pactos del pasado.
Pero algo extraño pasa, Tormekia ha arrasado Pejite, una ciudad cercana, al parecer por algo que han descubierto en unas excavaciones… Y a partir de ahí, es mejor que lo leáis. Una gran aventura de ciencia ficción/fantasía os espera con mensaje ecológico y sobre la naturaleza humana.

Aquí vemos el diseño de las naves del imperio rival de Tormekia, evidentemente hablan un idioma distinto y por eso se pone entre paréntesis
He de remarcar los secundarios que salpican la obra, con sus propias líneas argumentales y sus propios objetivos que invariablemente serán cambiados por la presencia de Nausicaä, que sin duda es el prototipo de los personajes protagonistas femeninos en otras obras del autor.
En cuanto a la fauna que puebla este mundo futuro, tiene un ecosistema sólido, las criaturas tienen su nombre, una apariencia definida y una función a realizar. Muchos de ellos tienen tanta entidad como los secundarios y en especial los Om, una especie de cochinillas gargantuescas que protegen el ecosistema de las depredaciones de los hombres.
Como habéis podido constatar. Muchas sorpresas nos depara este manga según se avanza en los tomos, aunque sin tener una sensación de ser bombardeado por la acción, Miyazaki sabe cuando debe dejar unas páginas sin diálogos para mostrar el paisaje o la acción. Incluso se atreve con temas religiosos y un cierto carácter animista salpica la obra.

El diseño de los aparatos voladores me encanta
Con esto termino la reseña ¿Sigue siendo tan buena tantos años después?
La respuesta corta es si, la respuesta larga es si y ojala más obras japonesas se alejasen de los cliches de los géneros en los que se engloban a favor de una narrativa que no solo te entretenga, sino que te haga reflexionar como ha intentado está obra. Sin duda, estamos ante uno de los clásicos manga de la ciencia ficción. La única pega es que Hayao Miyazaki no fuese tan profuso en la creación de mangas como lo es haciendo películas. Pero supongo, que no se puede tener todo.
Espero que os haya sido útil la reseña y que los Om mantengan de color azul sus ojos.