Cuando un autor me cae en gracia, suelo comprarme/leerme todo lo posible de él. Y Lovecraft gracias al juego de rol de la Llamada de Cthulhu se convirtió en uno de mis autores predilectos. Coleccione todos los relatos que hizo, parte de sus trabajos «conjuntos» excepto su libro de poesía… Y aunque no era en su momento alguien muy aficionado a los ensayos, puedo decir que el ensayo que me dispongo a reseñar me ayudo mucho a ampliar mis miras a nuevos autores (aunque tengo que señalar que mi gusto por lo retro los hace más atractivos a mis ojos).
Por ello, creo que es un buen punto de inicio para cualquier amante del terror/horror que quiera descubrir a autores semi-olvidados y los primeros pinitos del terror tal y como lo conocemos. Por eso empiezo a reseñar…
En este caso, el libro es una edición de 2002 de Alianza editorial (de la cual tengo bastantes libros) a pesar de que es un libro en tapa blanda ha aguantado los 16 años que tiene y apenas se han amarilleado las hojas. Tiene 106 páginas con una letra mediana/pequeña que no molesta en la lectura. En cuanto a la traducción y corrección he de señalar que es bastante buena.
Pero hablemos del contenido que es lo que nos interesa. El libro esta dividido en capítulos, cada uno de ellos toca siempre desde la visión de Lovecraft, las diferentes etapas de la literatura de terror, que entraría dentro de lo que el autor considera el horror. En su opinión el horror era algo más que el terror físico o religioso, una sensación opresiva y desesperanzada, sin que una fuerza benévola clara salga en salvación de la humanidad. También se aleja de la resolución racional que da una explicación lógica al horror que se despliega en un relato (Nota del lector: Nada me dejo peor sabor de boca que el epílogo que le metieron en una edición de Una vuelta de tuerca donde daban una resolución racional (aunque cogida por los pelos) al libro). Durante cada capítulo se nos enumerarán diferentes autores y obras (Nota del lector: Con resúmenes o detalles comentados, quien odie los spoilers estén avisados. Lovecraft es un destripa tramas) que merecen la pena señalar o al menos tienen algunos elementos que pueden entrar dentro de este concepto. Por supuesto, dentro de los gustos del autor.
Tras un breve prologo donde nos explica un poco lo que quiere mostrar durante el ensayo y las características que engloba una obra de horror.
Los albores del cuento de horror: En este capítulo nos habla de los primeros elementos de horror que podíamos encontrar en las leyendas y libros antiguos. Aunque para Lovecraft no fue hasta la novela gótica cuando empezó el relato de horror.
Primer periodo de la novela gótica: Aunque en pañales y con elementos que se podían depurar, en este periodo se encuentran las raíces de los elementos que se trasladarán a los siguientes períodos. Como autores destacados tenemos a Horace Walpole con su Castillo de Otranto y Ann Radcliffe con su misterios de Udolpho
El apogeo de la novela gótica: Donde los elementos anteriores empiezan a cuajar, dando obras icónicas de la novela gótica como son El monje de Lewis y Melmoth el Errabundo de Maturin, novela que es elogiada profusamente por Lovecraft.
El ocaso de la novela gótica: Como todos los movimientos literarios ha de mutar o morir. A pesar de todo en su ocaso se encuentran nuevas formulas que avanzan un nuevo estilo de horror. Maestras como Mary Shelley con su Frankestein o Emily Brönte con su Cumbre Borrascosas (ojo, que este no es de horror, pero si que tiene elementos que merecen entrar dentro de esta nueva vertiente), despuntaron en este nuevo camino.
La literatura preternatural en el continente: Aunque centrado en la literatura de lengua inglesa, Lovecraft no olvida a los grandes maestros de esta nueva vertiente del continente. Aunque no con tanto detalle como los anteriores, si hay que señalar a uno de los autores. Guy de Maupassant, es conocido por unas obras retorcidas donde la realidad siempre está en duda.
Edgar Allan Poe: Su admiración por este autor es bien conocida y los lectores del horror (a pesar de que quizás ahora se encuentre algo anticuado) habrán disfrutado de sus obras donde un horror más duro que sus predecesores. Desde el terror más materialista a uno más sobrenatural y onírico pasando por el predecesor de los investigadores clásicos.
La tradición preternatural en América, frente a un terror más leve, con carácter didáctico o constreñido por una explicación racional cogida por los pelos, nos encontramos con autores que deciden dejar lo sobrenatural como eso, algo que no puede explicarse. Aunque no por eso deja de hablar de Hawthorne, que alejado de la escuela de Poe, está a medio camino entre las dos escuelas. En cuanto a autores señalados tenemos a Ambrose Bierce (el cuál merece mucho la pena por su humor negro y su terror descarnado) y a Robert Chambers, cuyos relatos centrados en el horror son especialmente buenos.
La tradición espectral de las islas británicas: De igual manera a lo que encontramos en el anterior capítulo, encontramos que ciertos autores no le resultan muy del agrado de Lovecraft (algunos de ellos especialmente famosos y con obras de reconocido prestigio) ya que se alejan del terror más evocador para pasar a un terror más físico (Nota del fan: Que trate con condescendencia a Stoker, Conan Doyle o H. G. Wells es de hacérselo mirar…). A cambio autores como E. F. Benson o William Hope Hogdson entre otros (del cual he hablado en otras reseñas) reciben más elogios del maestro de Providence.
Los maestros modernos, evidentemente habla de los maestros modernos de su época, contemporáneos y recientes, de los cuales ha sido influido Lovecraft o que le gustan especialmente. Entre ellos encontramos a Arthur Machen, autor muy centrado en darle una nueva vida a los horrores del mundo antiguo desde una visión más perturbadora. Algernon Blackwood, quizás menos brutal que el anterior, pero capaz de mostrar la cara de la naturaleza más sobrenatural o proporcionarnos uno de los mejores investigadores de lo sobrenatural. Lord Dunsany, alejado del terror más materialista, nos muestra universos evocadores de gran belleza y terror. Y por último, el mejor exponente del tardío gótico, M. R. James ofrece nuevos modos de ver al espectro y cuentos en apariencia costumbristas donde aflora el horror.
Con esto termina el libro ¿Que me ha parecido?
En este pequeño librito nos encontraremos con una buena colección de escritores y obras que merecen mucho la pena, sobre todo si se perdona su estilo recargado y anticuado de escritura. Los amantes del terror/horror con sabor añejo tienen en este libro una obra de referencia en cuanto a descubrir autores de calidad.
Ojo, ante todo hay que señalar que Lovecraft era cuanto menos una persona muy peculiar e intrasigente frente a ciertas materias y deja de lado (o menosprecia) obras no solo muy conocidas, sino de gran calidad. Y por supuesto, obvia muchas obras de habla no inglesa, que bien podrían incluirse sin desmerecer el conjunto.
Sin duda con los años el precio ha subido, pero si se pilla de segunda mano o en edición bolsillo, es un libro interesante para leer, aunque como ya he comentado los que sufran con los spoilers, lo pasarán mal.
Un librito bastante imprescindible sí, por mucho que el maestro deje fuera algunos autores que parecen bastante básicos. Recordar también que hay una edición mucho más reciente de Valdemar (Colección Gótica) con anotaciones adicionales bastante interesantes…
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Es un buen punto de partida. Aunque no hay que tomarselo al pie de la letra y explorar a los autores que se ha dejado afuera o ha tachado de no ser buenos, los cuentos de Stoker son brutales por ejemplo.
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Gran obra de un gran maestro de las letras.
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